Acupuntura
según Medicina Tradicional China
Los orígenes de la Medicina Tradicional China (MTC) se remontan a hace 3000 años. En aquella
época remota, los chinos habían desarrollado ya un concepto complejo y avanzado del ser humano y de la enfermedad,
que incluía, entre otras formas de tratamiento (sobre todo dietéticas), la aplicación de agujas en determinados puntos
del cuerpo.
Lo mismo que ocurre con la homeopatía, las agujas activan la energía del organismo y sus propios
sistemas de auto recuperación.
Para que los diferentes órganos que constituyen el cuerpo humano puedan realizar sus funciones
adecuadamente, éstos deben ser abastecidos de energía de forma proporcionada y regular. En la terminología de la MTC,
esta energía recibe el nombre de chi, y los “canales” por los que circula se denominan meridianos. Los meridianos
engarzan, a modo de un collar de cuentas, los más de 1000 puntos de acupuntura conocidos, de entre los cuales 361
son los que se usan habitualmente.
Los puntos en los que se aplican las agujas se eligen siempre de forma individual -para dos
pacientes con síntomas similares, el acupuntor puede elegir puntos completamente diferentes-, puesto que al tratarse
de una forma de medicina holística, considera para el diagnóstico a la persona en su conjunto, de la cual los síntomas
son sólo una parte.
La aplicación de las agujas no es dolorosa ni molesta. Son muy finas, mucho más que cualquier
aguja de jeringuilla. Para aplicarlas, el paciente se tumba sobre una camilla o se sienta cómodamente en una silla,
y permanece con ellas de 20 a 30 minutos. Los pacientes suelen manifestar que durante este tiempo experimentan una
agradable sensación de relajación y bienestar
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